viernes, 31 de mayo de 2019

Reseña de Los libros que me habitan


Javier Puig, la humildad del conocimiento en Los libros que me habitan.
Por Manuel García Pérez
Ni Javier Marías. Ni Muñoz Molina. Ni Pozuelo Yvancos. Hay un crítico literario que traspasa y se llama Javier Puig, colaborador de MUNDIARIO.  
04 de mayo de 2019

No es amistad, sino la ebriedad. La lectura del libro de ensayos, Los libros que me habitan, del escritor y poeta Javier Puig –colaborador de MUNDIARIO– nos introduce en la interpretación de un amante de la cultura que destaca, en cuanto a calidad, por encima de muchas firmas de suplementos nacionales.
Nuestro colaborador Javier Puig lleva publicando artículos y ensayos sobre su percepción crítica de lecturas, música y películas en muchos blogs y revistas; siempre desde una trabajosa y exquisita prosa, que se echa de menos en periódicos de tirada nacional, donde las reseñas se han convertido en mera promoción más que en un análisis riguroso de la obra.
Publicada en Celesta, Los libros que me habitan es el tránsito de Javier Puig por muchos de sus ensayos publicados a lo largo de estos últimos años, donde la eficacia de su análisis pormenorizado de la obra está vinculada a un manierismo que convierte el ensayo en una obra literaria; una tradición decimonónica y noventayochista que consolidó a autores como Unamuno, Ortega o Marañón, sin obviar los trabajos de Dámaso Alonso sobre los clásicos renacentistas y del Barroco, que siguen siendo un referente de crítica estilística y sensibilidad poética.
Y es precisamente la sensibilidad de lo poético, de lo desconocido, lo que pervive en las líneas de estos ensayos de Puig dirigidos a obras que, de alguna manera, no solo han trazado una educación literaria, sino también  una biografía sentimental hacia la lectura como objeto y fin en sí mismo que cautiva, que nos descubre a un hombre que encuentra en el placer de escuchar y de leer una forma de adentrarse en el conocimiento profundo y abisal de estructuras lingüísticas, párrafos, motivos temáticos, relaciones de autores en el tiempo; una ardua tarea que prácticamente ya no existe en la prensa de nuestro país, por varias razones.
A Javier Puig no le puede ni la presión de editoriales, ni le persigue el tiempo. Su devoción es la devoción del orfebre, de aquel que ha encontrado en el ejercicio de la escritura sobre libros, una clase de ascetismo; en ese ascetismo subiste una creación propia, donde la nostalgia, la inmediatez de lo vivido o las desdichas del pasado comulgan con la obra que se analiza, como si Javier Puig, el poeta, se dejase vislumbrar en esa exégesis, en esos comentarios y subjetividades, como si se destilase la sensibilidad poética de un hombre que ha encontrado en el ensayo la determinación de mostrarse al mundo, de referir su modo de representarlo, de confesarlo, de darnos la posibilidad de usurpar una parte de su intimidad creativa. Y, a veces, esa intimidad creativa es toda la intimidad de un hombre.
Sus aportaciones a las lecturas de Yourcenar, Zweig o Aldecoa declaran que, tras el hecho estético, subsiste el valor literario de un sujeto que analiza los textos desde la racionalidad, sin replegarse al modismo de la subjetividad por la subjetividad, sin caer en ese estúpido vacío de la libre interpretación.
La creatividad de Puig radica en que, sin dejar de analizar el valor central de la obra, su contextualización o su intención original, arbitra otras interpretaciones que prueban su propia capacidad poética, la introspección de la que no puede abdicar, pues Javier es consciente de que, detrás de esos significados concretos, hay algo inefable, místico, en el libro que se trata.
Y es ahí cuando uno descubre que quizá el ensayo de Javier sea el pre-texto y el pretexto para ahondar en la poesía que guarda, para contemplar misteriosamente los entornos, su complejidad, su deriva, a través de autores y obras que sabían que el conocimiento residía no solo en la paradoja, sino también en una certeza, como escribe en su magnífico ensayo sobre Broch y La muerte de Virgilio:  (que) "La palabra nos sirve para decirnos las cosas que sabemos pero nos resultan inalcanzables conscientemente. Pero a la inversa, con las palabras, somos capaces de generar pensamientos inusitados, que no sabíamos que éramos propensos a poseer" (pág. 43)
Lo mejor de esta recopilación de ensayos es esa apuesta firme por una literatura que trasciende, que cambia los mundos, que reivindica las fortunas y desgracias de las sociedades, una literatura que le ha hecho vivir a Javier de una manera intensa su propia vida; entendiendo esa intensidad como una forma de escribir desde la serenidad y la meditación de la que muchos autores y críticos han renegado por intereses particulares. @mundiario


https://www.mundiario.com/articulo/cultura/javier-puig-humildad-conocimiento-libros-habitan/20190504120430152904.html

miércoles, 29 de mayo de 2019

Presentación de Las raíces del velo

José María Piñeiro y José Manuel Ramón

Muchísimas gracias por asistir a la presentación de este nuevo libro de José María Piñeiro: autor inquiero y polifacético, amigo querido, admirado y seguido desde que empezara a publicar poemas, aforismos y escritos varios en la revista Empireuma, así como en sus libros venidos con posterioridad.
Agradecer a Vicente Pina y al personal de la librería el que se facilite la celebración de este acto y que nos acojan con generosidad en Códex, una vez más, nuestra librería de referencia en Orihuela: ¡qué gran labor venís desarrollando!
También agradecer públicamente a José María el que me brindara la oportunidad de acompañarle en esta presentación, con la que me estreno en este tipo de lides. Podría titularse Dos tímidos muy tímidos, si de una comedia del absurdo se tratase. Pero no, no es el caso... La nuestra sería, más bien, una road movie o película de carretera, de amistad salvando los años.

Quisiera comenzar diciendo que nos encontramos ante el libro de poesía más confesional de José María Piñeiro. Las raíces del velo, metáfora de impecable factura, nos remite a la Vida con mayúscula, a su condición dual de volátil mas anclada en tierra con las firmes raíces de la experiencia. Vida en vuelo controlado cual cometa en manos, todavía infantes, del ser. Nada más hermoso y doloroso, al tiempo, que experimentar nuestra libertad bragados con los cordajes de la propia conciencia. Un libro llegado seis años después de Profano demiurgo, que hasta ahora fuera su último libro de poesía. Entre medias publicó uno de aforismos, Ars fragminis (2015) y otro de artículos y ensayos titulado Pasajes escritos (2017). Llega ahora Las raíces del velo, un libro valiente y entrañable dedicado a su madre que soñaba con jardines y bodas... Dedicatoria que nos conmueve a todos los que la conocimos y tratamos, una mujer tan vitalista, alegre y generosa. Este acto se lo dedicamos también a ella.
PREGUNTA: José María, ¿qué hay detrás de esa dedicatoria?:
Bueno, he cuidado de mi madre durante cinco años, día y noche. Por la madrugada me llamaba y me contaba sus sueños. En el último medio año, soñaba que se encontraba en un jardín, ella sola. Aquello era más inquietante que soñar meramente con bodas o con otras personas conocidas y familiares. La significación simbólica de “jardín” es la de “morada de las almas”. Es decir, que se acercaba la hora: la reclamaban desde el otro lado. Tras su fallecimiento, me acordé del diario que Barthes llevó tras la muerte de su madre. Algunas anotaciones no sólo las podría haber escrito yo, sino que las he vivido con literal amargura. Por ejemplo, Barthes escribe: “Hay mañanas tan tristes”. Así han sido las mañanas de estas Navidades pasadas.   
Biografemas, Confieso que aún no he vivido y El flâneur enardecido son las tres partes o secciones de este libro que os presentamos. Como afirmó en una entrevista realizada por Ada Soriano y ahora también aclarado en la contraportada del libro, podrían haber sido tres libros diferentes. Porque son tres partes íntimamente relacionadas entre sí y vehiculadas en pos de una búsqueda del Amor absoluto que el autor ha emprendido, y que todos íntimamente ansiamos o deberíamos ansiar, según infiero. Amor absoluto representado por la verdad y la belleza, también por la carnalidad y su crudo relato del deseo, en definitiva, por el ser humano que desbroza su esencia con esa carga de profundidad que es el arte, dirigido a estimularnos hacia otros niveles de conciencia diferentes al nuestro.

lunes, 20 de mayo de 2019

Publicación de Letras a débito de José Luis Nieto Aranda

José Luis Nieto Aranda (Madrid, 1962) inició estudios de Filología y Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Ha realizado cursos de Dirección de Empresas y de Comercio exterior y un máster de Marketing. Actualmente trabaja como asesor comercial de Inversión y Seguros.
Escritor por necesidad desde temprana edad, hasta 2008 no publica su primer libro: Un tiempo de adiós. En 2011 saldría Rastros perdidos, en 2013 Diario de improvisaciones y en 2015 Cuadros sin colgar; también ha aparecido antologado en Locus amoenus (2014).  Es, pues, este Letras a débito su quinto poemario editado.