miércoles, 9 de diciembre de 2015

Publicación de Medulas y ceniza de Francisco de Quevedo



Don Francisco de Quevedo y Villegas nace en Madrid en 1580. Su padre fue secretario de la princesa María, hija de Carlos V, y luego de Ana de Austria, cuarta esposa de Felipe II. Estudió en el colegio de los jesuitas de Madrid. Cursó estudios de lenguas clásicas, italiano, francés y filosofía en la Universidad de Alcalá. Posteriormente se trasladó a la corte en Valladolid. Retorna a Madrid en 1606, iniciando una gran actividad literaria. Escribe entonces varios de sus Sueños
En 1610 conoce al duque de Osuna, y con él entabla una estrecha amistad. Nombrado aquél virrey de Sicilia, le invita a acompañarle. En Sicilia comienza su carrera política, siendo el brazo derecho del duque. Tras el fracaso de la empresa en Venecia, Quevedo tuvo que regresar a Madrid, y fue desterrado a la Torre de Juan Abad en 1620.
Con Felipe IV en el trono, ascendió al poder el conde-duque de Olivares. Trata de ganarse el favor del valido, y de vuelta en Madrid, le dedica su Epístola satírica “No he de callar, por más que con el dedo…”. Llegará a gozar de su amistad.
En 1626 se publica en Zaragoza el Buscón. Irán apareciendo obras como Política de Dios, gobierno de Cristo y tiranía de Satanás (1626), o los Sueños ya completos. En 1634 se casó con doña Esperanza de Mendoza, aunque el matrimonio sólo duró hasta 1636. Entre 1635 y 1639 vivió en la Torre dedicado a sus escritos.
Se le acusó de haber redactado el famoso memorial dirigido al rey “Católica, sacra, real Majestad…”–aunque él siempre negó haberlo hecho–, y fue apresado y encarcelado en el convento de San Marcos, en León, en 1639. No obtendrá la libertad la libertad hasta 1643. Con la salud muy maltrecha se trasladó a Villanueva de los Infantes. Allí muere en 1645.