martes, 13 de marzo de 2018

Presentación de Torno al corazón

Rafael González y Federico Monroy

“Amo la vida con saber que es muerte” nos dejó escrito Quevedo, y esta cita se me viene a la memoria después de la lectura de “Torno al corazón”, el libro que, lector, te dispones a leer, un libro de erudición pero de temblor, un libro que trata de adoptar cierta frialdad –la frialdad del que sabe soportar sin alharacas los desmanes del tiempo- pero que sucumbe, afortunadamente, a la emoción.
La muerte, motor de la vida, campea derrotada entre estos poemas donde la vida se señorea en los brazos del tiempo, que es a la vez su hábitat y su tumba. No hay otra manera de vivir que no sea muriendo constantemente, y lejos de sucumbir a esta pérdida insoslayable, la poesía de Federico se eleva plena de sentido, de argumento contra la desazón.
El recuerdo –la madre muerta, al fondo, velada, como hilo conductor del libro-, el amor, la infancia, aparecen aquí contados y cantados con la voz calmada y rigurosa de la buena poesía. Voz calmada y rigurosa, dos adjetivos que explican muy bien a Federico Monroy. Muchos cafés en el Parador Nacional de nuestro pueblo, mirando al horizonte desde la Peña altiva, han ahondado en nuestra amistad hecha de versos y recuerdos comunes.
Recuerdos que usted puede ahora leer, embellecidos por la palabra y donde podrá asomarse, con ternura y temblor, al corazón de un poeta. 
                                                               Pedro Sevilla

Federico durante la lectura