Rafael González, José Óscar López e Isabelle García Molina
Si
buscáis en el Diccionario de la Real Academia el significado de la palabra
"vate", dos son las acepciones que indica: adivino y poeta. Si acudís
al María Moliner, éstas son las distinciones que señala: "adivino"
para su forma culta y "poeta" en su uso literario. Pero si se
remontan al Diccionario de Autoridades, "vate" se definía como
adivino o poeta, con el matiz añadido de que era "voz latina, usada
regularmente en la poesía".
Platón,
hace unos cuantos millares de años, definió al poeta como "un poseído".
Neruda, más reciente, se autodenominaba "medium". Y, entre uno y
otro, a lo largo de la historia, no han faltado nunca referencias al carácter
"iluminado" de quienes crean Poesía.
Pues
bien: aquí tienen a un todo un vate. Y esta noche intentaré demostrar lo más
brevemente posible en qué me baso para dicha afirmación y cuál es la revelación
que en su Vigilia del asesino nos
hace José Óscar López. Dénme unos segundos para prepararme, y comienzo
enseguida con esta presentación.
Esto
es un Tarot, basado en el de Marsella (de 1736), con sus 78 cartas. Pero sólo
voy a extraer los arcanos mayores, esos 22 símbolos representativos de estados
y situaciones. Empecemos, pues, con la interpretación y desvelemos algunos
misterios de este libro.