Reseña
en Mundiario (5-02-2020)
El pasado 30 de enero se presentó en la librería Códex de Orihuela el
segundo libro de Javier Puig, "Miradas de Cine", editado por la
madrileña editorial Celesta. Si en Los Libros que me habitan,
opera prima editada también bajo el sello Celesta, Puig reunía 40 reseñas
literarias, este volumen recoge una selección de 41 artículos de la amplia
producción de textos del autor inspirados en películas y que han ido apareciendo
en diversos medios digitales.
Algunos de ellos han formado parte de una serie titulada Diario de un cinéfilo, insertada en el blog Frutos del tiempo. Otros artículos de Miradas de Cine fueron incluidos en la desaparecida
web de la revista La Galla Ciencia,
en su sección de Literatura y Cine. Los puentes de Madison, Sonata de Otoño,
Ordet, Gertrud, Stalker, La strada, la trilogía de El Padrino, Muerte en
Venecia, Tristana, El abuelo, Johnny cogió su fusil y Doctor Zhivago son
algunas de las películas analizadas por Javier Puig, colaborador habitual de Mundiario.
Se llenó el aforo de la librería Códex con la presencia de
escritores, artistas y amantes del cine. La poeta María Engracia Sigüenza
inició el acto con la lectura de un texto muy atinado. Para la escritora
oriolana, Miradas de Cine: "es
una declaración de amor al séptimo arte; una reivindicación del cine como
herramienta de aprendizaje, de autoconocimiento, y como expresión artística
capaz de turbar, pero también de consolar". Considera asimismo que
"es un sugerente título, abierto a un juego de espejos, al caleidoscopio
que podemos encontrar cuando nos sumergimos en una película".
"Por una parte, las miradas de los cineastas que cobran vida en el
libro (Chaplin, Coppola, Bergman, Buñuel, Dreyer, Hanecke, Kazan, kiéslowski,
Kore-eda, Visconti o Tarkovski, entre otros), nos regalan con sus obras su
visión del mundo, tienen algo que contar y saben hacerlo con un estilo propio,
convirtiéndose en creadores, en artistas; por otra, la mirada de Javier, su
manera de analizar las imágenes fílmicas, de desentrañar las historias
reviviéndolas, dibujando a través de las palabras todo un mundo de
sentimientos, de peripecias vitales que hace suyas, y que comparte con nosotros
dejándonos penetrar al otro lado del espejo, actuando de mediador entre el
espectador y la obra cinematográfica; y por último, el título apela también a
nuestra mirada, y en última instancia, a la de la película recreada que parece
tener vida propia y mirar en nuestro interior. Y puesto que el cine es el arte
de la mirada, el libro nos invita también a educarla, nos ayuda a descifrar la
riqueza y complejidad del lenguaje cinematográfico para poder disfrutarlo en
todo su esplendor."
Para Sigüenza, el lenguaje de Puig : "es preciso y rico en matices, y está
siempre al servicio de una exquisita sensibilidad y de una gran penetración
psicológica. Es por ello que nuestro autor consigue el milagro de aunar la
sencillez y la hondura, la disertación amena, no exenta de erudición y la
subjetividad de la pasión, porque nunca pretende ejercer de crítico, ni sentar
cátedra, sino compartir con nosotros sus descubrimientos, sus reflexiones sobre
unas obras que admira; obras que indagan en la naturaleza humana a través de
los dilemas y las tribulaciones de unos personajes que percibimos cercanos por
muy lejos que nos encontremos de ellos".
La presentadora destacó, además, que en este libro: "No se puede
describir mejor lo que una obra de arte nos puede hacer sentir. Fotogramas de
literatura. La magia de las palabras al servicio de la magia del cine".
A continuación, María Engracia Sigüenza mantuvo una amena y
enriquecedora conversación con el autor, durante la cual se habló de cómo se
originó la pasión cinéfila de los interlocutores, de la relación y la distancia
que hay entre cine y literatura y acerca de la gestación del libro. Javier Puig lanzó está reflexión (que también recoge
en el texto que él mismo escribe como prólogo de su libro): "De la misma
manera que existen numerosísimas traslaciones de novelas al cine, siempre
he pensado que bien podría existir lo contrario. Hace bastantes años, me llamó
la atención una colección que se vendía en los kioscos y que estaba formada por
novelas inspiradas en películas. Pero esta fue la única excepción que recuerdo.
Sin embargo, sí que se han escrito numerosos ensayos sobre el cine; incluso
existen algunos relatos en los que hay una importantísimo protagonismo de algún
mito de la pantalla grande". En cuanto a la selección de los artículos de
Miradas de Cine, aclaró el autor que "cuando escribo sobre literatura no
siempre escojo necesariamente las películas más perfectas, sino aquellas que
activan en mí esa, a menudo, secuestrada sensibilidad cuyo retorno siempre
espero".
María Engracia Sigüenza y Javier Puig conversaron con serenidad,
complicidad, desparpajo poético y sentido del humor. El público participó en un
coloquio que se prolongó durante más de un cuarto de hora.
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