jueves, 9 de diciembre de 2021

Presentación de La vida es lo difícil

Javier Puig y Juan Lozano

En primer lugar gracias a todos ustedes por su asistencia y a Vicente Pina, como siempre, por habernos ofrecido este magnífico espacio, para celebrar la aparición de “La vida es lo difícil” con el que Javier Puig cierra con broche de oro su trilogía ensayística publicada por Celesta, editorial madrileña que dirige con gran acierto Rafael González.
Javier comenzó publicando sus artículos en Frutos del Tiempo en 2013 y al año siguiente lo hacía en Mundiario. También ha colaborado en otros medios digitales que han desaparecido de la Red como La Galla Ciencia o Minuto Cero.   Yo conocí a Javier, primero por sus escritos y no tenía ni idea de cómo era. Fue con ocasión de la presentación del poemario Sin lugar seguro de José Luis Zerón en Elche, José Luis vino acompañado de algunos amigos entre los que estaba Javier. Luego he celebrado la aparición de sus artículos y reseñas donde Javier aunaba una capacidad analítica poco común, servida con una gran inteligencia y una elegancia prosística de altura. Curiosamente, Javier trabajaba en Elche, lo ha hecho durante años, y más de una vez José Luis Zerón y yo lo hemos utilizado como “porteador” para hacernos llegar alguna cosa. Javier aprovechaba esos trayectos en tren y los tiempos de espera para leer. Creo que no he conocido a nadie, tengo el convencimiento de ello, que haya leído más que Javier ni visto más películas. Yo mismo soy mal lector y muy poco disciplinado. Javier en cambio era y es un lector extraordinario, dueño de un maravilloso eclecticismo (yo creo que habría que hacer una defensa del eclecticismo, que tiene tan mala prensa y no sé por qué). Javier lo mismo podía leer a Thomas Mann, Schopenhauer o Montaigne que el último libro aparecido de un autor local. Javier, creo yo, tenía y tiene una especial predilección por el ensayo humanista, la filosofía y lo que se ha dado en llamar literatura testimonial. No quiero decir que ese fuera el único momento en que leía pero creo que sí constituía un tiempo importante.  Yo diría que esos trayectos en tren fueron la argamasa y los adobes con los que vas haciendo la pared de sus artículos. Si yo tuviera que definir con una palabra la trayectoria de Javier Puig, esa palabra sería HONESTIDAD. Yo creo que Javier nunca pensó compilar esos artículos en libros. Tuvo que ser la insistencia de sus lectores la que decidiera a Javier dar el paso.
Esto, por sí mismo, no tendría nada de especia. Todos, por fortuna, conocemos gente honesta… pero en el caso de Javier, a ello se une una gran sensibilidad moral y con sólidos, amplios y profundos conocimientos en muchas materias, sobre todo en el área de las Humanidades. Al contrario de lo que sucede con otros autores, ávidos de notoriedad y que continuamente parecen estar en el escaparate, Javier primero y durante años, podemos decir que nos regaló gratis et amore, sus artículos sobre literatura y cine en diversos medios, con una capacidad analítica muy personal, realmente aguda y penetrante. Yo creo que todos los que seguimos de forma habitual los textos de Javier a través de los medios en que los publica, coincidiremos en que, trascienden la frontera de la mera reseña, para convertirse en artículos para atesorar, sin caducidad, y que muchas veces nos sirven de guía emocional para adentrarnos en una novela o en una película. Porque Javier no suele detenerse en cuestiones técnicas ni metodológicas, sino que, utilizando sus propias palabras, “se adentra en los distintos pliegues de la condición humana”, el suyo es un enfoque humanista y emocional, ahondando en “lo puramente humano” utilizando una expresión de Nietzsche. Cuando por las mañanas, estoy desayunando y abro el Facebook y encuentro el enlace a un artículo de Javier, ya es un día con un plus, ya es un día que comienza bien.
La trilogía ensayística a la que me refería al principio, ustedes recordarán, daría comienzo con “Los libros que me habitan” en 2019, siguió con “Miradas de cine” en 2020 y lo hace ahora, o por ahora, con “La vida es lo difícil”, un ensayo de pequeñas biografías o semblanzas a través de los cuales, Javier nos da una visión condensada y bastante fidedigna, siempre con algún toque personal, de figuras conocidas del mundo del arte, la literatura, la filosofía o el cine. También es necesario decir que, al igual que pasa con los dos libros anteriores, no están en este todos los artículos biográficos que ha escrito Javier sino que ha tenido que seleccionar aquellos que podían encajar mejor en el libro.
Pero vamos con el libro que nos ocupa, con el cernudiano título de “La vida es lo difícil”. “Morir parece fácil, la vida es lo difícil” es un verso de un poema de Cernuda de donde extractas el título de tu libro y que yo creo, al igual que la portada, resume a la perfección el espíritu de este corpus de pequeñas biografías o semblanzas que nos trae Javier, dificultad y belleza. En la prosa de Javier encontramos resonancias y referencias de todo tipo. Una de las muchas virtudes de estos textos es que son perfectamente comprensibles, sin mengua de una prosa elegante e inteligente y unas marcas estilísticas propias. Algo muy interesante y útil es que Javier nos ofrece en cada semblanza, para quien quiera profundizar en algunos de los personajes, son las referencias bibliográficas, documentales o cinematográficas que ha tomado Javier como base para cada uno de sus artículos.
Evidentemente no todas las vidas tienen el mismo interés, hay incluso autores y artistas que han llevado una vida completamente anodina y sin embargo nos han legado obras inmortales. Un músico que a mí me gusta mucho, como Federico Mompou, llevó una vida completamente intrascendente. Es en aquellos en los que existe una dicotomía entre el yo y el mundo al que se enfrentan de los que podemos sacar una enseñanza de vida. Como el mismo Javier nos dice no es mitómano, no tienen un enfoque hagiográfico e incluso aquellos personajes que más le interesan, tienen sus luces y sus sombras. En total, son 40 personajes.  Javier nos dice en el prólogo que su pretensión ha sido la de que, en unas pocas páginas, el lector obtuviera seleccionados los rasgos más significativos del personaje, aquellas manifestaciones vitales que podrían ayudarlo a profundizar en el conocimiento de la complejidad de la mente humana. Es lo que Javier, en el trasfondo de estas vidas contadas, nos está descubriendo, donde está la clave, no solo ya de este libro sino de la trilogía. Javier nos está desvelando la complejidad del alma humana.
El libro está dividido en varias partes. La primera, “Entre la filosofía y el espíritu” tenemos aquellos personajes con una vida interior muy rica y aquellos cuyo pensamiento y creencias han hecho evolucionar las costumbres y la forma de ver el mundo, como Gandhi, Ernesto Cardenal, Tolstoi, Montaigne o Schopenhauer. En el segundo, “La vida imposible”, donde encontramos a Stefan Zweig, Alejandra Pizarnik, Cesare Pavese o Marilyn Monroe que pusieron fin a su vida por falta de esperanza, por no verse capaces de poder afrontar la vida. La tercera, “Vejez, muerte”, encontramos a aquellos en los que la vejez o la enfermedad hicieron especial mella en su obra, como Kérstesz, Oliver Sacks, Henning Mankell y Aurelio Arteta. En la cuarta “Tanto penar” personajes a los que la vida no trató especialmente bien, como Billie Holiday, Van Gogh, María Callas, Miguel Hernández o Chet Baker. En la quinta, “Vidas en su tiempo” encontramos a Pio Baroja, Tarkovski, D´Annunzio o Luis Buñuel, escritores enclavados en unas determinadas coordenadas temporales e históricas, que los marcaron especialmente. En la sexta, “Heroínas”, visitamos a la activista Hyeonseo Lee, Mercedes Núñez Targa y Denise Affonço. En “Vidas de poeta” Javier nos trae un auténtico póquer de ases poético, nada menos que Luis Cernuda, Aleixandre, Gil de Biedma y Rilke. Y acabamos con una última parte, dedicada a los epistolarios y libros de memorias, con el título “Vidas escritas” con los epistolarios cruzados de Ramón Gaya y Maria Zambrano, Miguel Espinosa y su amante Mercedes Rodriguez, y los escritos testimoniales de Fernando Aramburu y de Kafka.
Bien, a través de estas páginas, veremos cómo Van Gogh no vendió un solo cuadro en su vida, como María Callas daba gracias a Dios todos los días porque le quedaba un día menos de vida, como Oliver Sacks anunció su adiós a la vida en un periódico, como Luis Cernuda iba a menudo al cine y le gustaban especialmente las películas del oeste, que Schopenhauer tenía muy mal carácter, sobre todo en su juventud cómo Ernesto Sábato no encontró editor para El túnel y un pariente suyo financió su coste.
Ya para terminar, escribió Mark Twain, que los dos días más importantes de tu vida son el día en que naciste y el día en que descubres para qué. Lo que ocurre es que en una época, como la que vivimos, caracterizada por la fragmentación del conocimiento, por la banalización, por un absoluto desprecio a la verdad, yo creo que muchos nunca llegamos a descubrir ese para qué.  Libros como los de Javier Puig nos ayudan a ello, merecen leerse con atención, porque son libros que nos hacen pensar y reflexionar sobre lo verdaderamente importante.
Y yo, ya dejó la palabra a Javier, que seguro nos va a contar cosas más interesantes de las que yo puedo trasmitirles.
 Juan Lozano

No hay comentarios:

Publicar un comentario