Manuel A. Martínez nació en Oviedo en 1983. Abandonó los estudios de
biología marina para dedicarse profesionalmente al diseño gráfico,
especializándose en cartas náuticas.
Publicó en formato digital un poemario en la plataforma Bubok, y llevó a
cabo una asidua labor de crítica literaria en el blog La torre de David, activo hasta 2010. Los relatos incluidos en Olaf el blanco (2016) constituyen su
primera publicación en formato de papel.
En Las voces que
me dicen, Paco Moral nos ofrece una nueva visión de Pessoa
La
editorial madrileña Celesta acaba de publicar una edición bilingüe de poemas
del portugués Pessoa y de tres de sus heterónimos: Ricardo Reis, Alberto Caeiro
y Álvaro de Campos.
Además de los
recientes libros que han aparecido este año sobre la obra de Fernando
Pessoa, como Cuentos (Páginas de Espuma), La educación del
estoico, (Isla de Siltolá), Poemas completos de Alberto Caeiro
(Baile del Sol), Odas de Ricardo Reis (Visor), Ficciones del
interludio (Alianza), y Libro del desasosiego (Alianza) habría que
añadir el publicado recientemente en la editorial Celesta al cuidado
de Rafaél GonzálezSerrano, que lleva por título Las voces
que me dicen. Se trata de una antología en edición bilingüe sobre el
desconcertante poeta Fernando Pessoa.
La selección y
traducción de los poemas -con muy buen criterio- corren a cargo del escritor
Paco Moral, además de una amena y precisa nota que invita a indagar en
la sugerente poesía de este autor portugués. Se trata de una antología
absolutamentepersonal y subjetiva, nos dice P. Moral.
Afirma asimismo que la intención no es otra que la de rendir un homenaje
(…) a uno de los autores más importantes (…) de la literatura y de la poesía
universal de todos los tiempos, y que alguien que no conozca aún a
Pessoa pueda acercarse a él y a la complejidad de su mundo poético.
En este libro se da
a conocer una parte importante de la obra poética de Pessoa desde
diferentes perspectivas debido al hecho de haber recurrido al uso de los
heterónimos, al inevitable afán del desdoblamiento. Nos encontramos, por
tanto, ante un escritor verdaderamente raro, a una abeja laboriosa que acepta
sin más los diferentes matices de las flores. El resultado es la codiciada
miel, la composición del poema procedente de una amalgama de aromas. Pessoa
se bautiza con frecuencia. Si se siente la necesidad, ¿por qué no
reinventarse?
El autor de esta
antología nos presenta al poeta acompañado con tres de sus heterónimos. “Queriendo,
amo el infinito. Haciendo, nada es verdad”, nos dice Pessoa en su
poema Todo lo que hago o medito. Aparece, entre otros, su
imprescindible poema Autopsicografía con estos versos conocidos y, en
ocasiones, malinterpretados, con respecto a la honestidad de los poetas: “El
poeta es un fingidor. / Finge tan completamente/ que hasta finge que es
dolor/ el cierto dolor que siente”. Después llega Ricardo Reis,
realista, reflexivo y armonioso; asombrosamente conformista y feliz, de quien
me quedo con estos versos de su poema titulado Las rosas: “La luz para
ellas es eterna, porque/ nacen nacido el sol, y acaban/ antes que Apolo deje/
su trayecto visible”. Le sigue Alberto Caeiro con un discurso
narrativo y contemplativo, que nos muestra un lenguaje estético y sencillo, y
en su poema, que lleva por título La espantosa realidad de las cosas, sorprende
al lector con versos tan contundentes como este: “Basta existir para ser
completo”. Finalmente nos encontramos con Álvaro de Campos, quien con
su pensamiento de sentirse siempre extranjero, se nos presenta con un
lenguaje más elaborado donde asoma el escepticismo: “No tengo ideales/
pero nadie tiene”. En su poema Estanco, acertada elección para
cerrar el libro, irremediablemente, nos seduce: “(¡Come chocolatinas,
pequeña; / come chocolatinas!/ Mira que no hay más metafísica en el mundo que
la de las chocolatinas. / Mira que todas las religiones no enseñan más que la
confitería”.
Pessoa es un puzle
que une y desune sus piezas para consolidar una sola voz con sus célebres
contradicciones: la inconfundible voz del enigmático Pessoa. Léase en El
libro del desasosiego: “Tristeza de serlo todo, una sensación de ser yo y a
la vez algo externo”.
Me ha gratificado
volver a leer a este poeta, en este caso, a través de Las voces que me
dicen, poemas que transmiten buenas vibraciones, con muy buen criterio de
Paco Moral y muy bien editado por Rafael González, quien
apuesta por lo fundamental: el rigor, el misterio y la honradez de la poesía.